El reconocido empresario cuenta que creció con una carencia afectiva por la ausencia de su progenitora.
desde los tres años de edad con su abuela paterna en San Francisco de Macorís, pero a los siete se mudó con su padre, su madrastra y otros nueve hermanos en Santo Domingo.
mucha humildad y sin afán de protagonismo, el polifacético empresario señala que su vida ha sido sinónimo de mucho trabajo tantos peldaños en el mundo empresarial y superar las adversidades, los problemas y las desilusiones y frustración que ha enfrentado en sus más de 27 años de emprendimiento.
inició en el “cheleo” se convirtió en el dueño de cuatro restaurantes de Adrian Tropical y otros 5 negocios. para el sustento de su familia entendió que si quería formar un hogar debía realizar una actividad económica complementaria que le generara más dinero.
por eso en los años 80 pasó a trabajar en Read & Pellerano, mientras estudiaba Contabilidad en la universidad y llevaba 250 pesos Dominicano
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