año 2000 mi familia junto con otra familia tomó un año sabático y se trasladó a Jarabacoa para trabajar como misioneros cristianos ayudando en las comunidades y el trabajo con los pobres y marginados. Este año en la República Dominicana transformó nuestras familias y durante ese tiempo desarrollamos un profundo amor y pasión por la gente y la cultura de esta hermosa isla.

En el 2006, todavía sintiendo el efecto de nuestra experiencia aquí, decidimos hacer nuestra vida e invertir nuestro dinero en este hermoso país. Tuvimos un sueño de desarrollar una hermosa parte del país que aún no se había desarrollado para crear un lugar donde las familias podían ir a descansar del estrés de la vida.


Mi familia y yo amamos la paz y la tranquilidad de Jarabacoa y soñamos en compartir la belleza y la experiencia con los demás. Al mantener el entorno ecológico y ayudar a la economía local, hicimos de nuestro sueño una realidad.

Jamaca de Dios es una expresión de este sueño para que el pueblo dominicano pueda compartir con sus familias la naturaleza, la belleza, y el descanso con Dios. Este sueño se ha expandido y ahora hay gente de todas partes del mundo que vienen a disfrutar de este paraíso de montaña.